La Bioelectrografia

La Bioelectrografia

El Biofotónica

El biofotón (del griego βιο, “vida”, y φωτο, “luz”) es un fotón de origen biológico que no resulta de una reacción enzimática específica.

El biofotón sería una quimioluminiscencia de origen biológico que se diferencia de la bioluminiscencia por la ausencia de mecanismo enzimático. Se distingue también por su muy débil intensidad luminosa (en inglés, ultra-weak spontaneous photon emission o, simplemente, ultra-weak photon emission).

En los años 1920 el embriólogo ruso Alexander Gurwitsch observó una emisión “muy débil” de fotones ultravioletas producida por los tejidos vivos. Llamó a esta radiación “mitogenetic rays” (rayos mitogenéticos) al suponer que tenían un efecto estimulante en la división celular. Sin embargo, si bien el crecimiento celular puede estimularse mediante radiación con potencias superiores, el hecho de que estos resultados no fuesen reproducibles provocó un escepticismo general respecto a los trabajos de Gurwitsch.

En 1953 Irving Langmuir retoma las ideas de Gurwitsch.

Fritz-Albert Popp, en 2002, define el término “biofotón”, caracterizándolo por la intensidad de su emisión en la superficie de los tejidos vivos, luminosidad del orden de 10 a 1000 fotones por centímetro cuadrado y por segundo4.
Sobre la luz emitida por las células

La biofotónica es un campo de estudio bastante reciente y sujeto a un extraordinario crecimiento debido al elevado número de aplicaciones potenciales que ofrece.

Dicho de una forma sencilla, los biofotones, como su nombre indica, son fotones –partículas de luz- emitidas por un organismo vivo, suponiendo que sepamos definir qué es un organismo vivo.

La emisión de un biofotón surge de la ionización de una molécula. Este fenómeno se da aleatoriamente y la emisión de dichos fotones se debería al efecto túnel y a la distribución de la energía de las moléculas de la estadística de Maxwell.

En general, los estudios han demostrado que los biofotones se emiten en una banda de frecuencia que va de la ultravioleta a la infrarroja y abarca todo el espectro luminoso.

Los biofotones estarían en el origen de la comunicación celular, cuando menos, a la que contribuirían enormemente. De alguna forma, nuestras células se comunican entre ellas emitiendo biofotones. El ADN contenido en el núcleo de la célula también se comunica con el resto de la célula mediante la emisión de biofotones y permitiría la multiplicación celular.

La cantidad de biofotones es muy escasa, tanto que resultan invisibles para los ojos humanos. Se habla de sólo algunos fotones por centímetro cuadrado y minuto.

El estudio de los biofotones actualmente es controvertido, incluso muchos científicos lo consideran como una pseudociencia. Los biofotones están siendo estudiados cada vez más, tanto en biología como en neurología; no estamos más que en el principio de los descubrimientos.

Comunicación biofotónica: ¿pueden las células comunicarse mediante la luz?

El estudio de los biofotones, los fotones ópticos o ultravioletas emitidos por las células vivas, diferenciados de la bioluminiscencia convencional, es uno de los campos más curiosos de la biología actual.

La comunidad científica todavía no puede afirmar cómo las células producen biofotones. Últimamente pensamos que diferentes procesos moleculares pueden emitir fotones y que éstos son transportados hasta la superficie de las células por excitaciones energéticas. Un proceso similar es el que transporta la energía de los fotones a través de las proteínas durante la fotosíntesis.

Sea cual sea el mecanismo, un cada vez mayor número de biólogos está convencido de que cuando apagamos las luces las células permanecen inmersas en una pantalla biofotónica.

Esto nos ayudaría a explicar cómo las células pueden detectar niveles tan débiles de radiación en un medio “ruidoso”. Si es verdad, esto podría llevar a los investigadores a explicar un cierto número de interesantes fenómenos que algunos biólogos atribuyen a la comunicación biofotónica.

En muchas experimentaciones, los biofotones de una planta en crecimiento parecen aumentar en un 30% los niveles de divis

Qué se mide con el método GDV?

Desde un punto de vista físico, ¿qué mide el método GDV?

El método GDV se basa en la estimulación de las emisiones de fotones y electrones de la superficie del objeto estudiado cuando éste recibe breves impulsos eléctricos. En otras palabras, cuando el objeto se sitúa en un campo electromagnético se “extraen” de su superficie electrones principalmente y, en cierta medida, fotones. Este proceso se denomina “emisión electrofotónica”.

Las partículas emitidas se aceleran en el campo electromagnético, provocando “avalanchas” electrónicas en la superficie del dieléctrico (vidrio no conductor que permite actuar a las fuerzas electroestáticas).

La descarga provoca un resplandor debido a la excitación de las moléculas en el aire ambiental y es este resplandor el que se mide con el método GDV. Por consiguiente, los impulsos tensionales estimulan la emisión optoelectrónica intensificando la emisión en la descarga gaseosa como reacción al campo eléctrico generado.

¿Puede darse esta emisión sin campo eléctrico?

La medición de una emisión espontánea de electrones en el aire resulta casi imposible -sólo puede realizarse en el vacío-. En una condición física de vacío, esta emisión espontánea de fotones se mide con la ayuda de un fotomultiplicador de alta sensibilidad. Esta emisión fue medida por primera vez por el profesor Aleksandr Gurvich en los años 30 del siglo XX y demostró que el intercambio de fotones ultravioletas es el método empleado por los sistemas biológicos para regular la información. Actualmente, la investigación en este campo denominado “biofotónica” se aplica a emisiones de fotones extremadamente débiles de organismos biológicos. Una gran parte de las investigaciones ha revelado que los fotones son emitidos por cualquier objeto biológico : plantas (Kobayashi, 2003), sangre (Voeikov, 2001), agua (Voeikov, 2001), piel humana (Cohen, Popp, 1998).

Cuando se produce este fenómeno, la cantidad de fotones emitida por un sujeto en un estado de relajación, durante una meditación, varía. Estas variaciones pueden verificarse estadísticamente (Van Wijk, et al., 2005).

Se ha demostrado en repetidas ocasiones que todos los objetos biológicos emiten fotones y que éstos participan en los procesos de regulación fisiológica mediante las reacciones oxidativas u “oxidising restorative chain reactions”. En cierto modo los cuerpos biológicos, incluidos los humanos, ¡brillan día y noche!

Sabemos que la vida biológica depende el uso de la energía de los fotones del sol. Esta energía se convierte en energía electrónica (energía de los electrones). Se siguen una serie de transformaciones en las cadenas complejas de moléculas denominadas albuminosas, que se transforman en energía física. A día de hoy podemos adelantar que la vida biológica está estrechamente ligada a la energía “luminosa”, que los compuestos orgánicos absorben y transforman esta energía. Los “ingredientes” básicos para todas estas “conversiones” son el agua y el aire (Korotkov et al., 2004).

Por consiguiente, el registro de los “biofotones” es un procedimiento extremadamente complejo que requieres unas condiciones especiales, siendo la más importante de ellas la oscuridad total. Antes de la medición, las personas testeadas deben aislarse durante una hora en una habitación iluminada con luz rojo oscuro, tras lo cual pasan a una sala completamente a oscuras de 2 x 1,5 x 2 m en la que, finalmente, permanecen diez minutos más en absoluta oscuridad. Este proceso elimina cualquier “luminiscencia secundaria” de la superficie cutánea debida a la luz solar o a la artificial. La medición en sí dura 45 minutos (Edwards et al., 1989). El proceso de medición de la fotoemisión espontánea es largo y complejo y no puede llevarse a cabo más que en las condiciones proporcionadas por un laboratorio especializado.

Según el Dr. Korotkov, los datos obtenidos de la medición de los biofotones son informaciones científicas de inestimable valor ya que destacan el papel de los procesos electrofotónicos en el funcionamiento del cuerpo. Estos resultados son uno de los fundamentos científicos de la justificación física de la bioelectrografía GDV.

En el método GDV, las emisiones de electrones y fotones se estimulan eléctricamente de modo que su resplandor electrofotónico se intensifica un millar de veces. Esto permite efectuar mediciones en condiciones normales. Toda la información recopilada con el método GDV se obtiene gracias al tratamiento informático de las imágenes, conectadas a una enorme base de datos con el objeto de cruzar los resultados.

Sin sistemas de tratamiento informático y los programas especializados, la captura electrofotónica de objetos biológicos apenas tendría aplicación práctica.

Konstantín G. Korotkov
Konstantín G. Korotkov

Konstantín G. Korotkov

Konstantin Korotkov, profesor en la Universidad de San Petersburgo, es un científico de renombre mundial por sus estudios sobre la energía humana. Es director adjunto del Instituto Federal de Investigación de la Cultura Física de San Petersburgo, pero además es :

  • Profesor de informática y de biofísica de la Universidad Federal de San Petersburgo en Tecnologías de la Información, Mecánica y Óptica.
  • Profesor de Investigación en la Academia de Cultura Física de San Petersburgo.
  • Presidente de la Unión Internacional para la Bioelectrografía Médica Aplicada.
  • Miembro del Comité de redacción de la “Revista de Medicina alternativa y complementaria” y de la “Revista de Ciencia de los resultados de curación”.
  • Doctor en Ciencia Físicas y responsable de la coordinación de las técnicas de difusión informatizadas de San Petersburgo.
  • Profesor en la Holos University (USA) y en el Greenwich College (Australia).
    Ha publicado más de 200 artículos en revistas especializadas en física y biología y posee 17 títulos.

Dedicado a la investigación desde hace más de 30 años, a su riguroso método científico une una insaciable curiosidad por las cuestiones del espíritu y el alma. Es también investigador en filosofía y un alpinista veterano con 30 años de experiencia. Ha dado conferencias, seminarios y sesiones formativas en más de 50 países. Y es autor de más de una decena de libros.El siguiente texto es la traducción literal del que se le dedica en la web del Instituto Estatal de Mecanismos y Óptica de la Universidad de San Petersburgo.

El profesor K. Korotkov es conocido en todo el mundo por sus investigaciones sobre el estado energético del cuerpo humano entre la vida y la muerte. El sistema de medición que ha desarrollado, la técnica GDV, permite observar en tiempo real la energía humana (Human Energy Field, Human Light System) y sus reacciones a diferentes influencias. Este método se ha difundido ampliamente en Rusia, Estados Unidos, Australia, Corea o Japón, donde se ha aceptado su aplicación en medicina, en psicología, en biofísica y en la preparación de los atletas.

Las investigaciones desarrolladas por K. Korotkov y sus colegas se ubican en la vanguardia del estudio de la conciencia. A lo largo de 25 años de actividad científica, Korotkov ha combinado un método científico estricto con un profundo interés por los métodos de las medicinas china e india tradicionales y con un profundo respeto ante cualquier forma de vida. Interrelaciona sus conocimientos para establecer un enfoque materialista respecto a los problemas del alma y el espíritu.

El tema común de los congresos que se organizan regularmente en Rusia es “Ciencia, Información, Espíritu”.

La Bioelectrografía (GDV) fue creada por el profesor de la Universidad de San Petersburgo Konstantin Korotkov.

Esta técnica está relacionada científicamente con el modelo de universo que ha proporcionado la física cuántica.

Cuando un objeto está situado en un campo electromagnético con determinadas características, emite electrones y fotones. Esta emisión es fotografiada y analizada por ordenador. Las características de la energía emitida permiten descubrir determinadas propiedades del objeto. Cuando se realizan estas mediciones en los seres humanos se obtienen datos psicológicos y físicos precisos de la persona, como su estado es estrés y la vitalidad de sus órganos.

Instituto Nacional del Envejecimiento del NIH (Ministerio de la Salid, Estados Unidos) ha estudiado a sujetos de la tercera edad utilizando esta tecnología y el doctor Clair Francomano indica:
“Las investigaciones preliminares con la técnica GDV sugieren que determinados parámetros pueden ser un indicador preciso del estado de salud general. Permiten diferenciar con claridad los adultos que gozan e buena salud de los que están enfermos, así como los diferentes tipos de pacientes enfermos.”

Este novedoso método de análisis se utiliza para estudiar el ámbito de la energía humana tal como ha quedado definida su función por los científicos rusos y norteamericanos durante una conferencia en Maryland en 2002. El método no sustituye en modo alguno un diagnóstico médico, pero abre la puerta a la investigación de otro nivel del funcionamiento del ser humano: el de la energía. EL GDV nos permite estudiar al ser humano con una perspectiva diferente, como sucedió en su momento con los Rayos X o los sistemas de ultrasonidos. Las aplicaciones de esta nueva tecnología no se limitan al campo de la salud; el método GDV se utiliza en otras áreas como son: el estudio cuántico de los líquidos, los cosméticos, el apoyo a niños discapacitados, el entrenamiento de atletas de alto rendimiento, etc. En Rusia, por ejemplo, se emplea en todos los centros de entrenamiento olímpico para evaluar a los atletas y mejorar sus marcas.

¿Qué mide el método GDV en términos biofísicos?

electro-acupunctureMedimos la emisión denominada optoelectrónica estimulada de un objeto biológico. Durante el proceso de medición se envía una corriente eléctrica de bajo impulso al objeto medido. Esta corriente no supone ningún peligro para el cuerpo humano pero ¿qué tipo de corriente es, en términos biofísicos?

Una corriente eléctrica depende en su mayor parte del transporte de electrones o iones. Cuando los impulsos, que duran algunos milisegundos, se transmiten a la superficie cutánea, se produce una despolarización de los tejidos y se transportan los iones. Por ello un determinado número de métodos electrofísicos, como la electroencefalografía o la electroacupuntura, provocan una polarización tisular debida a la superposición de los electrodos. Esto supone un problema que ha de resolverse con el empleo de pastas o geles especiales. El método GDV utiliza pequeños impulsos por lo que no se produce la despolarización y no se estimulan las corrientes iónicas.

¿Qué mide el método GDV en términos fisiológicos?

sistema-nervioso-central-perifericoEl funcionamiento de todos los órganos y sistemas está regulado por el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso autónomo (SNA).

Podríamos comparar el funcionamiento del cuerpo con la interpretación de una orquesta sinfónica. Los mínimos movimientos de decenas de músicos están en perfecta armonía, siguen la misma partitura y responden con sensibilidad a la menor indicación del director. Podemos distinguir la viola del oboe, pero ambos participan en la misma bella melodía.

Sucede lo mismo en el cuerpo: cada órgano y cada sistema juega su papel, pero todos siguen el mismo ritmo. Si un violín pierde este ritmo, siguiendo a destiempo, puede pasar desapercibido para el oído inexperto y sólo alguien entendido lo percibirá. La melodía continúa pero cuanto mayor es el número de instrumentos que se alejan de la partitura mayor y más perceptible será la disonancia hasta el punto de que el oído menos experimentado comenzará a dolerse.

Esta analogía puede aplicarse al funcionamiento del cuerpo. Mientras todos los órganos y sistemas funcionen en armonía, al unísono, siguiendo el mismo programan, el cuerpo permanecerá en un nivel óptimo de funcionamiento. El control y la dirección están asegurados por dos mecanismos fundamentales :

Control autónomo por el sistema nervioso (ASN).
– Control de electrones por las formas activas del oxígeno en la sangre.
Podría afirmarse que este control es el nivel de base, que permite al cuerpo detectar todos los impactos externos y reaccionar a ellos instantáneamente, con el apoyo de la homeostasis y la constancia relativa del medioambiente interno.

Su una persona corre u hace algunos movimientos bruscos, el SNA acelera la frecuencia de las contracciones del corazón y de la respiración y esto eleva la transpiración. Una mayor cantidad de oxígeno llega a la sangre, se transmite más activamente a los tejidos y determinados subproductos salen a través de la piel. Esta reacción sucede casi al instante, el cuerpo entero, todos sus órganos y sistemas, toman parte en esta reacción. Es la prueba de que todos los órganos y sistemas funcionan de forma sincronizada bajo el control de un sistema de mando único. Como en una orquesta bien dirigida.

Cuando la regulación autónoma falla y se pierde el sincronismo, los órganos y sistemas dejan de funcionar en armonía y aparecen las primeras anomalías funcionales. En las primeras etapas estas anomalías alteran el estado de salud, perturban el sueño y la digestión, y así van sucediéndose. Una disfunción continuada conduce a anomalías a nivel de los órganos, aunque la zona afectada depende del tipo de carga y de la predisposición genética.

Como reacción a las órdenes provenientes del SNC y del medioambiente, el SNA y la sangre envían señales de control de la información a los sistemas y órganos corporales. Estas señales se “tratan” simultáneamente a nivel fisiológico en los sistemas, comprometiendo a los sistemas endocrino e inmunitario. La información es transferida a continuación a los órganos de control, como en un circuito cerrado de control, en bucle. Cuando aparece una anomalía en uno de los vectores de la información, el circuito falla y se produce el asincronismo, reflejado en anomalías funcionales en los niveles más vitales.

Por consiguiente, el sistema nervioso autónomo entra en el primer circuito de control y aparecen todos los problemas potenciales, principalmente a nivel de la actividad del SNA. Hay muchos datos experimentales que demuestran que el método GDV mide la actividad del sistema nervioso autónomo. Esto ha sido comprobado, mediante correlaciones estadísticamente significativas, con las mediciones de la variabilidad del ritmo cardíaco (Cioca, 2004) de la presión sistólica y diastólica (Alexandroval, 2004), de la transpiración cutánea (Rizzo-Roberts, 2004) y del nivel de estrés (Bundzen, 2002).

Hay motivos para afirmar que los parámetros de las imágenes GDV revelan la actividad del sistema nervioso autónomo y el equilibrio de las secciones simpática y parasimpática de este sistema.

Bio-Well device
Bio-Well device

El sistema nervioso autónomo es el principal indicador de la reacción del cuerpo a los impactos externos e internos, de los cambios en las condiciones meteorológicas, de los productos químicos en los alimentos y de la eficacia de la absorción del oxígeno. Todos estos procesos son dirigidos por el sistema nervioso simpático y parasimpático y se reflejan en los parámetros de la superficie cutánea. La resistencia eléctrica de la piel cambia, a la vez, en su conjunto y en los puntos de electropuntura; los capilares sanguíneos se contraen y se alargan, se observa una emisión de moléculas orgánicas a través de los poros, y la naturaleza de la transferencia de electrones en los tejidos conjuntivos también cambia. Todos estos procesos influyen en la emisión de electrones de la piel, procesos que se reflejan en las mediciones del GDV.

La tecnología DGV (Gas Discharge Visualisation), a partir de ahora al alcance de todos, es utilizada actualmente por un amplio abanico de profesionales en más de 75 países. Para los médicos, terapeutas, investigadores, geobiólogos, Bio-Well es una potente herramienta de análisis con un ámbito de aplicación enorme.

Bio-Well se enmarca en un proceso integrativo que permite aunar diferentes terapias procedentes tanto de la medicina convencional como de la complementaria, con el objeto de prodigar los mejores cuidados desde un enfoque holístico de la salud.

Las medicinas complementarias son actualmente objeto de estudios en el seno de las cátedras universitarias de investigación. Por ejemplo, en la Universidad de Harvard, la observación de los efectos de la acupuntura en el cerebro ha demostrado que la estimulación de un punto preciso provoca la activación neuronal de una zona cerebral cuya especificidad se relaciona directamente con los efectos previstos en la teoría china. Por tanto, existirían lazos cerebrocorporales fuera de las clásicas vías neurológicas.

En Canadá y Estados Unidos, se han reunido más de 35 universidades en el seno del Consortium of Academic Healt Centers for Integrative Medicine. Todas estas instituciones se han comprometido a revisar sus programas de enseñanza de la medicina para poder integrar en ellos aquellos enfoques cuyos beneficios han sido demostrados.

Una visión integrativa consiste en tener en cuenta una multitud de variables para asegurar la curación pero, sobre todo, por el bienestar del individuo. ¿Por qué separar y oponer las diferentes perspectivas terapéuticas?
traduction-biowellActualmente es necesario constatar que:

  • Si no completamente descartada, la dimensión psicológica del individuo queda a menudo relegada a un segundo plano en pro de cierta “productividad” en las consultas médicas que a menudo lleva a un tratamiento de la enfermedad a nivel sintomático.
  • La ausencia de una visión holística en nuestra medicina nos lleva de especialista en especialista, cada uno con la “óptica” exclusiva de su especialidad. El paciente, frecuentemente, se ve sometido a la sola y única “verdad” científica que viene a suponer que todo aquello que no se ve o no se puede medir ¡no existe! Aquí está el “drama” de muchos pacientes que sufren las consecuencias de una discordancia radio/clínica, por ejemplo, que son catalogados como depresivos al no poderse etiquetar su situación clínica con claridad.
  • La prevención, que se supone la base de nuestro enfoque de la salud, no ocupa el lugar principal que le corresponde, sobre todo en el plano de los equilibrios nutricional, físico y psíquico. Así pues, la ecuación parece bastante básica:

Salud = Alimentación saludable + Actividad física + Equilibrio psicológico

Hoy, las enfermedades funcionales y crónicas priman sobre las denominadas agudas. Primera causa de mortalidad (60%), ocupan casi la mitad de las consultas médicas. A causa de los problemas que comportan y de la ineptitud de nuestro sistema a la hora de tenerlas en cuenta, estas enfermedades pasan a ser un problema socioeconómico grave. Parece que el sistema sanitario actual está mal adaptado para enfrentar las afecciones crónicas: consultas cada vez más breves y protocolos cada vez más estandarizados; los medicamentos prescritos habitualmente son “anti-“ o bloqueadores fisiológicos. Parece que las enfermedades crónicas necesitan devolver una fisiología operacional al cuerpo y al espíritu. Y esto requiere consultas más largas, un enfoque multidimensional, individualizado, y un tratamiento global del “terreno”.

Como se ha mencionado antes, hay más de 40 institutos universitarios de medicina integrativa en América del Norte, incluida la Harvard Medical School.

No obstante, este modelo no ha tenido la misma expansión en Europa. Efectivamente, existe una gran cantidad de terapeutas en medicinas complementarias pero muy pocos centros proporcionan una colaboración multidisciplinar entre estas terapias naturales y las convencionales.

Como la medicina convencional se ha centrado principalmente en el tratamiento de las enfermedades agudas, la cirugía, los medicamentos y la especialización permiten, actualmente, un abordaje protocolario que suele resultar eficaz. Por tanto, utilizar estas medicaciones de larga duración revela cada vez más sus limitaciones ante las afecciones crónicas y conllevan demasiado a menudo efectos secundarios que agravan, con el tiempo, la situación. Deberíamos hacer evolucionar este modelo confiando en la cantidad de conocimiento que nos ha aportado la medicina convencional desde el siglo pasado. Es necesario saber que de todas las medicinas, la más reconocida por todas las instituciones en todo el mundo es la medicina convencional que tenemos ahora, así que ¡respeto!

Bio-Well Gallery
Bio-Well Gallery

El análisis de los datos epidemiológicos también revela la necesidad de una evolución de la medicina:

  • Aumento de la prevalencia de pacientes con enfermedades crónicas.
  • Envejecimiento de la población.
  • Sistema sanitario superespecializado: los pacientes crónicos necesitan una perspectiva holística y multidisciplinar que los especialistas, hoy, no pueden ofrecer.
  • La demanda de terapias complementarias ha aumentado en un 120% entre 2002 y 2012.

La medicina integrativa es un modelo médico que propone tratamientos multidisciplinares con el apoyo de múltiples herramientas diagnósticas y terapéuticas respetando las elecciones del paciente y sus particularidades. Es precisamente AQUÍ donde se integra el empleo del Bio-Well como método informático como ayuda para el diagnóstico (MIAD). Se trata de integrar, en el seno de la medicina científica y convencional, las medicinas naturales o complementarias y las terapias ligadas al estilo de vida, como el deporte, las técnicas de gestión del estrés, la nutrición y el coaching de vida. Este modelo ha obtenido, en los USA y en otros países, excelentes resultados en el tratamiento de problemas crónicos.

Los diferentes enfoque proporcionan una evaluación de los diferentes estados : nutricional, neuropsicológico, inmunitario, micronutricional y genético.

Actualmente aún se encuentra, por un lado, una medicina científica, basada en la prueba, promocionando protocolos y venerando, como al único Dios de la investigación, los estudios a doble ciego y, por otro lado, las múltiples perspectivas complementarias o alternativas, tanto ancestrales como modernas.

Podemos preguntarnos si el procedimiento cartesiano, que consiste en pensar que la especialización extrema y el estudio de los mínimos detalles, es realmente aplicable a un sistema complejo como es el ser humano. Se hace necesario constatar que las medicinas complementarias no proporcionan solución a todos los problemas y que tienen sus limitaciones. Algunos ayatolás o gurús de estas vías alternativas las presentan como el único camino al bienestar, y muchas sentencias judiciales claramente han expuesto que esto no es así.

En esta campo de batalla en el que se enfrentan las medicinas convencional y complementarias, quien suele perder es el paciente.

A pesar de la fuerte resistencia reaccionaria, se abre ante nosotros una nueva era de la salud: la de la individualización de los tratamientos mediante la pluridisciplinariedad y la complementariedad de los enfoques terapéuticos. Éstos, con su sinergia, permitirán un aumento de su eficacia y, sobre todo, una “responsabilización” de los pacientes que los convierte en actores en su propia curación.

Esta apertura global de los espíritus debería permitirnos establecer una nueva visión de la medicina, una medicina holística que asume al ser humano en su globalidad fisiológica, psicológica y emocional.

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